Lesiones del ligamento cruzado anterior y de la rodilla
Cuando uno o más de los cuatro ligamentos de la rodilla están demasiado estirados o desgarrados, se ha producido una lesión en los ligamentos de la rodilla.
Los ligamentos conectan los huesos con otros huesos. Los cuatro ligamentos de la rodilla mantienen unidos los huesos y mantienen la rodilla estable.
- Los ligamentos cruzados anterior y posterior (LCA y PCL) se encuentran dentro de la articulación de la rodilla. Controlan el movimiento hacia adelante y hacia atrás de la rodilla.
- Los ligamentos colaterales medial y lateral (MCL y LCL) están a los lados de la rodilla. Controlan el movimiento lateral de la rodilla.
El contacto directo con la rodilla o cambiar de dirección rápidamente mientras se corre puede hacer que un ligamento de la rodilla se estire o se desgarre. Estas lesiones se denominan esguinces y tienen diferentes niveles de gravedad:
- A Esguince de grado 1 es cuando el ligamento se ha estirado ligeramente pero aún puede ayudar a mantener estable la articulación de la rodilla.
- A Esguince de grado 2 es cuando el ligamento se estira hasta el punto en que se afloja. Esto a menudo se conoce como un desgarro parcial del ligamento.
- A Esguince de grado 3 se conoce más comúnmente como un desgarro completo del ligamento. El ligamento se ha partido en dos partes y la articulación de la rodilla se vuelve inestable.
Factores de riesgo
Una lesión del ligamento de la rodilla puede ocurrir si usted:
- Recibir un golpe muy fuerte en el costado o en la parte delantera de la rodilla, como durante una entrada de fútbol
- Extender demasiado la articulación de la rodilla
- Deje de moverse rápidamente y cambie de dirección mientras corre, aterriza de un salto o gira
El baloncesto, el fútbol americano, el fútbol y el esquí son deportes comunes relacionados con las lesiones de los ligamentos de la rodilla.
Síntomas
Si ha sufrido una lesión en los ligamentos de la rodilla, es probable que experimente algunos o todos estos síntomas:
- Escuchar un chasquido cuando ocurre la lesión.
- Hinchazón dentro de las seis horas posteriores a la lesión.
- Dolor que empeora con el tiempo, especialmente cuando intenta poner peso sobre la pierna lesionada
- Inestabilidad en la rodilla o sensación de que la rodilla va a ceder
- Rigidez de la rodilla debido a la hinchazón.
- Dificultad para caminar y bajar escaleras
Detección y diagnóstico
Los cirujanos ortopédicos de las Clínicas del Sistema de Salud del Sur de Texas pueden diagnosticar una lesión del ligamento de la rodilla realizando un examen físico y comparando la rodilla lesionada con la sana. Si es necesario, el médico también puede solicitar pruebas de imagen, como una resonancia magnética o una radiografía, para medir la extensión de la lesión y determinar si el ligamento se desgarró o simplemente se estiró demasiado.
Tratamientos
Consulte a su proveedor de atención médica si cree que ha sufrido una lesión en el ligamento de la rodilla. No practique deportes u otras actividades hasta que haya sido examinado.
Los primeros auxilios para una lesión del ligamento de la rodilla pueden incluir:
- Levantando la pierna por encima de su corazón
- Poner hielo en la rodilla
- Tomar analgésicos como el ibuprofeno
Su médico también puede recomendar:
- Usar muletas para caminar hasta que la hinchazón y el dolor desaparezcan
- Usar un aparato ortopédico para evitar que la rodilla se mueva y cause más daño
- Fisioterapia para ayudar a mejorar el movimiento de las articulaciones y la fuerza de las piernas
Si el ligamento está desgarrado u otros métodos de tratamiento no funcionan, es posible que necesite cirugía para repararlo. Esto se hace mediante la reconstrucción del ligamento. El ligamento desgarrado se reemplaza con un injerto de tejido tomado de otra parte de su cuerpo o de otro donante humano. La cirugía artroscópica se realiza con un artroscopio usando pequeñas incisiones. Este tipo de cirugía es menos invasiva y normalmente resulta en menos dolor de la cirugía, menos tiempo en el hospital y tiempos de recuperación más rápidos.